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jueves, 2 de octubre de 2014

CAPILLA LOMAS DE CUERNAVACA

CAPILLA LOMAS DE CUERNAVACA | FÉLIX CANDELA


El arquitecto hispano-mexicano Félix Candela (1910-1997), conocido mundialmente por las cubiertas de sus edificios, estructuras éstas basadas en los paraboloides hiperbólicos, cuenta con una obra que ha sido estudiada en numerosas universidades del mundo, llevó a cabo diseños que gozan de una notable espectacularidad.

En 1958 construyó la Capilla en Lomas de Cuernavaca, en colaboración con los arquitectos Guillermo Rosell y Manuel Larrosa. Se trata de una capilla en la que Candela puso en práctica sus investigaciones acerca del paraboloide hiperbólico en forma de silla. El resultado es una estructura de hormigón de gran altura y delgadez, siendo construida la mayor parte de la misma con 4 centímetros de espesor.


El edificio fue construido con una luz de 30 metros y una altura de 21, y su interior es un espacio uniforme y simétrico.



lunes, 7 de abril de 2014

CASA BATLLÓ


CASA BATLLÓ | ANTONI GAUDÍ

Mundialmente conocido, emblema del modernismo, Antoni Gaudí fue un sobresaliente arquitecto que dejó un legado considerado como uno de los más importantes de entre todo el patrimonio de la humanidad. Su obra, dotada de gran imaginación, era resultado de una creatividad inigualable influida entre otras cosas por la naturaleza, motivo por el que era común entre sus proyectos la aplicación de formas geométricas tales como el paraboloide hiperbólico (también popularizado por Félix Candela), el conoide o el helicoide, entre otros.

La casa Batlló, situada en el paseo de Gracia de Barcelona es un excelente ejemplo de ese naturalismo aplicado a la arquitectura por parte de este genio catalán. No fue obra de nueva planta, sino que se reaprovechó la estructura de un edificio diseñado por Emili Sala Cortés, casualmente uno de los maestros de Gaudí, remodelándolo de forma integral, para dar lugar al inmueble hoy mundialmente conocido.

En el nuevo proyecto se tuvieron en cuenta factores funcionales como la iluminación o la ventilación, disponiendo un gran patio central en el interior del edificio que permitía las ventilaciones cruzadas y la iluminación de las estancias ubicadas en el interior. La fachada está compuesta por piedras alabeadas que en algunos casos fueron revestidas con vidrio y cerámica de vivas tonalidades, convirtiéndose en un rasgo característico del edificio, y toda una serie de formas óseas y naturales que dan lugar a las columnas y los balcones, a los que se añadirían unas barandillas de hierro. En el primer nivel, el más imponente, residía la familia Batlló de la que recibe su nombre.