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martes, 11 de agosto de 2015

HAUSSMANHATTAN

HAUSSMANHATTAN | LUIS FERNANDES


El joven arquitecto (y también fotógrafo) portugués Luis Fernandes (Oporto, 1986), cofundador de la plataforma online youncreators.net y socio del Oporto Laboratory of Architecture of Design, ha desarrollado, dentro de su corta trayectoria, una producción tan interesante que le ha llevado a ser invitado en el festival de Mapping de Ginebra en 2011 o a haber sido contratado por el Ministerio de Cultura portugués para actuar en calidad de curador de algunos de proyectos nacionales.


Uno de sus trabajos más recientes, realizado a título personal, es el de Haussmanhattan, compuesto por una serie de imágenes en las que fusiona, haciendo uso del retoque fotográfico, la arquitectura parisina característica de Georges-Eugène Haussmann con la desarrollada en las primeras décadas del siglo XX en Nueva York, donde destaca la construcción de grandes rascacielos. Utilizando como base el urbanismo parisino, Fernandes inserta edificios tan característicos como el Flatiron Building en suelo francés.








lunes, 6 de octubre de 2014

FLATIRON BUILDING


Semana de la arquitectura neoyorquina

FLATIRON BUILDING | DANIEL BURNHAM


Director de la Exposición Universal de Chicago de 1893, en la que participó el valenciano Rafael Guastavino con una réplica del edificio de la lonja de Valencia, Daniel Burnham (1846-1912) fue un arquitecto y urbanista estadounidense partidario de la arquitectura neoclasicista propia de la Academia y formado en la prestigiosa Escuela de Chicago.

Entre sus trabajos más destacados y célebres se encuentra el popularmente conocido como Flatiron Building, uno de los primeros rascacielos que se alzaron en la ciudad de Nueva York. Originariamente, recibió el nombre de Fuller Building porque fue construido por una empresa propiedad de George A. Fuller, quien falleció en 1900, dos años antes de que finalizasen las obras.

La característica principal del edificio es que se levanta sobre una parcela triangular en uno de los nudos más famosos de la Gran Manzana: entre la Quinta Avenida y Brodway y ante la Calle 22. Cuenta con una altura de 87 metros, lo cual en la actualidad no le hace sobresalir entre el skyline neoyorquino, pero teniendo en cuenta su antigüedad, se puede deducir que se trata de una de las primeras muestras de rascacielos de la historia. Arquitectónicamente, para su diseño, Burnham atendió a motivos característicos del estilo academicista, con una fachada compuesta por piezas de caliza y terracota. Su forma aerodinámica pudo servir como fuente de inspiración para los pioneros del streamline, y la misma goza de la propiedad de la anamorfosis, en la que en función del punto de vista desde el que se contemple el edificio, éste parece contar con unas dimensiones diferentes.