PABELLÓN CHECOSLOVACO | JAROMÍR KREJCAR
A lo largo de su
carrera, este arquitecto checo (1895-1950) se posicionó como uno de los más
relevantes exponentes del funcionalismo desarrollado en su nación. Se formó
bajo la tutela de Jan Kotera, quien le transmitió la pasión por las formas
racionalistas. Asimismo, participó en el grupo de vanguardia Devetsil desde
1921 y desde 1930 también en la sección checa de los CIAM, y, tras la Segunda
Guerra Mundial, abandonó su país para trasladarse a Londres, donde impartiría
clases en la AA.
En 1935 ganó el
concurso para llevar a cabo las obras del pabellón de Checoslovaquia en la
Exposición Internacional de París que se celebraría entre 1936 y 1937. Se trata
de una obra que Kenneth Frampton clasificó como seminal, comparándola con
pabellones contemporáneos a la misma diseñados por Alvar Aalto, Le Corbusier o
Junzo Sakakura.
Estaba conformado
por una estructura de acero con una envolvente de vidrio que lo dotaba de gran
espacialidad, además de contar con un imponente voladizo sobre el Sena. Se erigió como una obra icónica dentro de la producción
funcionalista checa. Asimismo, se ha descrito en ocasiones como un excelente
exponente de la arquitectura high-tech.