EDIFICIO FORD EN SAN DIEGO

EDIFICIO FORD EN SAN DIEGO | WALTER DORWIN TEAGUE

El diseñador norteamericano Walter Dorwin Teague (1883-1960), además de su gran aportación al campo del diseño industrial, erigiéndose como uno de los pioneros en suelo americano de esta profesión, también desarrolló su actividad en el campo de la arquitectura.

Uno de sus clientes fue la multinacional Ford. Esta compañía participaba habitualmente en las ferias estatales que se celebraban en Estados Unidos, y para cada una de ellas construía un pabellón. Algunos de éstos fueron diseñados por Walter Dorwin Teague, como los levantados en Chicago, Dallas o San Diego. Este último planteaba un diseño novedoso para la época. Se accedía a través de una torre de planta circular que comunicaba con un edificio también circular con un gran patio central. Ese anillo en el que se exponían los vehículos, obligaba al visitante a recorrerlo en su totalidad para poder salir y así contemplar todos los modelos. Además, el complejo contaba con una rampa en forma de espiral donde los visitantes podían vivir una experiencia frente al volante en un circuito que fue presentado como Road of Tomorrow.

TEXACO GAS STATIONS

TEXACO GAS STATIONS | W. D. TEAGUE

Considerado como uno de los pioneros del diseño industrial desarrollado en Estados Unidos, aquél asociado a las corrientes estéticas vinculadas al Art Déco como el Styling y el Streamline, Walter Dorwin Teague (1883-1960) fue, innegablemente, una de las grandes referencias en el mundo del diseño de producto en el siglo XX. Su influencia sigue vigente a día de hoy, y prueba de ello es su sucesión, que continúa vigente a través de la empresa que lleva su propio nombre, Teague, y que hace unos años fue galardonada con el distinguido Red Dot Design Award.

Además de sus diseños de objetos, algunos tan relevantes como los de las máquinas de fotografiar Kodak, también se introdujo en el mundo del diseño arquitectónico. En diversas ocasiones fue contratado por Ford para que proyectase sus pabellones, y cabe decir que éstos gozaron no sólo de gran éxito estético, sino que también contribuyeron a un aumento de las ventas. Con la compañía petrolífera Texaco ocurrió algo similar: Contrataron a Teague para que rediseñara sus estaciones de servicio y, pronto, se convirtieron en un icono de las carreteras estadounidenses. Se extendían por toda la geografía norteamericana.

En estos diseños destacaba el uso de los colores corporativos, en este caso el blanco y el rojo, representados a través de líneas que se extendían a lo largo de la fachada de las gasolineras y que se extendían a través del voladizo que cubría los expendedores de combustible. El rótulo de Texaco también pasó a ocupar un lugar capital, y el interior de la estación estaba más depurado, además de ser visible desde el exterior gracias a muros acristalados.