LA CATEDRAL DE LUZ | ALBERT SPEER
Conocido como el Nazi que pidió perdón, el
arquitecto alemán Albert Speer (Mannheim, 1905) estudió bajo la doctrina de
Heinrich Tessenow y desde bien joven demostró unas excelentes dotes para la
arquitectura. Tras vincularse al NSDAP, y debido a su formación académica,
pronto pudo entrar en contacto con los dirigentes del mismo. Hitler vio en él
la persona ideal para llevar a cabo sus megalómanos proyectos, y las reuniones
entre ambos empezaron a ser cada vez más frecuentes.
A parte de los planes para remodelar y construir
nuevos edificios en Berlín, la que el Führer quería transformar en Germania, concibió,
como uno de sus primeros grandes edificios, el Zeppelinfeld o la Catedral de
Luz, en Nüremberg. Se trataba de una gran tribuna construida en piedra (con la
finalidad de que perdurase durante miles de años, como las construcciones de
los antiguos y grandes imperios), de 390 metros de largo por 24 de alto. Medía más
del doble que las termas de Caracalla romanas (180 metros) y contaba con una
nave de pilastras en la parte superior y dos frentes en los laterales. Sobre la
cubierta de las pilastras, Speer ordenó colocar 130 reflectores antiaéreos que
emanaban chorros de luz varios kilómetros en vertical, lo que le valió el
calificativo de Catedral de Luz. El Zeppelinfeld se utilizó para celebrar
congresos del partido y al final de la Segunda Guerra Mundial fue derruido en
su mayor parte.
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