jueves, 4 de diciembre de 2014

TORRE INSIGNIA

Semana de la arquitectura mexicana

TORRE INSIGNIA | MARIO PANI


El arquitecto mexicano Mario Pani fue artífice no sólo de la construcción de importantes proyectos en su país, sino que también consiguió grandes avances en el campo de la arquitectura para el mismo. Así, en 1946 fundó el Colegio de Arquitectos de México y en 1948 de la revista Arquitectura México, la cual estuvo siendo publicada durante más de 40 años. Su obra se enclava dentro del funcionalismo y el estilo internacional, y en ella se puede apreciar el que llevase a cabo sus estudios de Arquitectura en París.

De entre sus proyectos, la Torre Insignia es uno de los más destacados. Ha sido durante tiempo uno de los edificios más altos de México D.F. con 128 metros de altura máxima y 25 pisos. Se construyó entre 1962 y 1966. En forma de prisma triangular, su estructura es de gran resistencia, construida empleando amortiguadores sísmicos, habiendo soportado varios terremotos, lo que le ha llevado a ser considerado como uno de los edificios más seguros del mundo.


Para su construcción se utilizó hormigón armado, acero y aluminio, y en su envolvente, el cristal juega un papel protagonista. Su forma le ha permitido, aún a pesar del paso del tiempo, seguir siendo un edificio actual por el que parece no haber pasado el tiempo.




miércoles, 3 de diciembre de 2014

NAUTILUS

Semana de la arquitectura mexicana

NAUTILUS | SENOSIAÍN ARQUITECTOS


Rompiendo radicalmente con la arquitectura de Luis Barragán y de Ricardo Legorreta, el estudio mexicano capitaneado por Javier Senosiaín, profesor de la UNAM, desarrolla una arquitectura de carácter orgánico, con sinuosas formas que parecen estar condicionadas por la naturaleza. Influido por la obra de Friendesreich Hundertwasser, de Antoni Gaudí, de Frank Lloyd Wright y de Rudolph Steiner, entre otros, Senosiaín lleva a cabo una mezcla entre esas formas basadas en la irregularidad de la naturaleza propias de Hundertwasser, pero haciendo uso de cierto orden en lo que a lo orgánico se refiere, tal y como hacía Gaudí. El resultado son unas obras llamativas tanto por la forma, como por el colorido.

Uno de los ejemplos más conocidos es la Nautilus, una vivienda en forma de crustáceo, de caracola, con una planta que es la propia espiral. El acceso se produce a través de una escalinata, y en el interior se puede apreciar que ningún plano es paralelo entre sí. En algunos espacios, la vegetación crece en el suelo, como si se estuviese en el exterior, y un camino pavimentado queda en el centro para marcar el camino. La luz penetra a través de irregulares aberturas en la cubierta o a través de una gran vidriera compuesta por un sinfín de piezas de diversos colores.


El mobiliario está integrado en la misma vivienda, y, la vivienda en sí, se integra de igual manera con el entorno en el que se sitúa. Se encuentra ubicada en Naucalpan de Juárez y fue construida entre los años de 2006 y 2007. Para su construcción se empleó ferrocemento, un material ligero y flexible, lo cual era muy importante para la consecución de la formas planteadas.








martes, 2 de diciembre de 2014

SOTOGRANDE HOUSE


Semana de la arquitectura mexicana

SOTOGRANDE HOUSE | FRANCISCO CORTINA + RICARDO LEGORRETA


Ricardo Legorreta Vilchis, ya citado anteriormente en Diedrica, comenzó su andadura en el mundo profesional trabajando en el estudio de José Villagrán, donde permaneció durante varios años. A partir de 1970 creó su propio estudio junto con Noé Castro y Carlos Vargas, y pronto dejó entrever la influencia de la obra de Luis Barragán en sus trabajos.

En todos sus proyectos se pueden apreciar, como rasgos comunes, el empleo de tonalidades intensas en los revestimientos, la contundencia de los volúmenes que conforman cada obra, y un cuidado de las proporciones. Uno de sus trabajos que puede ser tomado como ejemplo, aún a pesar de haber trabajado como interiorista, es el de Sotogrande House. En dicho proyecto colaboró con Francisco Cortina, arquitecto mexicano con estudio en Suecia (Cortina&Käll) para la construcción de esta vivienda en la que la intensidad de las tonalidades de la envolvente se hace fácilmente identificable para quien conoce la obra de Legorreta.

La vivienda se ubica en el sur de España, en Andalucía, y responde a la tipología de casa patio. En torno a dicho patio se levantan los cuerpos que la componen, y cuentan con ventanales y aperturas que permiten una ventilación cruzada, además de abrir todas las estancias a ese espacio central. El color de los revestimientos, a pesar de su fuerte tonalidad, consigue entrar en armonía con los colores verdes de los olivos y demás vegetación que rodea la parcela, y con el azul del mar, que se encuentra ante ésta. Un gran ventanal se abre al océano para disfrutar de unas magníficas vistas. Un proyecto éste muy interesante y que resulta ser una mezcla entre tradición e innovación.







lunes, 1 de diciembre de 2014

TORRES DE SATÉLITE

Semana de la arquitectura mexicana

TORRES DE SATÉLITE | LUIS BARRAGÁN


Considerado como el máximo exponente de la arquitectura mexicana del pasado siglo XX, Luis Barragán (1902-1988) es el único mexicano galardonado con el premio Pritzker, el cual le fue concedido en 1980. Un viaje por España durante sus años de juventud le llevó a desarrollar un gran interés por la arquitectura mediterránea, y cuando comenzó a ejercer, buscó crear una fusión entre la arquitectura tradicional de su país con las vanguardias imperantes en aquel entonces en el Viejo Continente.

Es por esto por lo que en su arquitectura juegan un papel capital la luz, las texturas y los juegos de planos. En 1957 llevó a cabo uno de sus proyectos más conocidos, el de las Torres de Satélite, situadas al norte de México D.F., un conjunto escultórico compuesto por cinco volúmenes triangulares que destacan tanto por su diferencia de color, como por la diferencia de altura (la más alta alcanza los 52 metros y la más pequeña llega a los 30 metros).


El proyecto surgió como consecuencia de la expansión de la capital de México. Al crear una nueva vía que se encargaría de comunicar la nueva zona urbanizada con la preexistente, se pensó en dar lugar a una plaza en determinado punto para que actuase como puerta de entrada para las barriadas de nueva creación. Después de que Barragán fuese elegido para llevar a cabo tal empresa, éste solicitó la colaboración del escultor alemán Mathias Goeritz y el pintor Jesús Reyes Ferreira. Los tres fueron quienes dieron forma a las Torres de Ciudad Satélite, que pronto se convirtieron en un icono de la zona.