martes, 14 de octubre de 2014

LOCOMOTORA PRR K4S 3768


LOCOMOTORA PRR K4S 3768 | RAYMOND LOEWY


Citado anteriormente en Diedrica, en una entrada referente al habitáculo Skylab que diseñó para la NASA, este destacado diseñador industrial ha sido considerado por muchos como el padre esta disciplina. Escribió uno de los libros de mayor influencia en el mundo del diseño en su tiempo, titulado “Never leave well enough alone” y traducido al español como “Lo feo no se vende”. En él plasmaba sus ideas con respecto a la importancia del diseño y el papel que éste podía jugar en el éxito del producto diseñado.

La corriente estética con la que se relaciona a Loewy es el styling, identificativo también de American way of life de las décadas centrales del siglo XX, y de igual modo también con el streamline por el aerodinamismo aplicado en sus diseños. Uno de los mejores ejemplos de este último estilo es el de la locomotora PRR K4S 3768. Por encargo de la Pennsylvania Railroad, compañía que, respondiendo a la evolución alcanzada por su competidora, la New York Central, sentía la necesidad de contar con la locomotora de referencia del momento, Loewy llevó a cabo un diseño de un depurado aerodinamismo en el que la cabeza de la locomotora recordaba a una bala. Asimismo, mantuvo un diseño homogéneo en toda la máquina, con una envolvente contínua que apenas dejaba ver las entrañas, como sí ocurría en otras locomotoras todavía en funcionamiento en aquel tiempo.

Éste es sólo un ejemplo de tantos otros que demuestran el potencial y la influencia de este diseñador industrial, no sólo mientras ejerció la profesión y vivió, sino también hasta el momento actual.




lunes, 13 de octubre de 2014

ESTACIÓN DE METRO DE CLICHY

ESTACIÓN DE METRO DE CLICHY | EMBT


Benedetta Tagliabue, en representación del estudio EMBT que fundó con Enric Miralles, y en colaboración con Bordas + Peiro, se han convertido en los ganadores del concurso para la construcción de la futura estación de metro de Clichy, perteneciente a la línea 16 de París.


La propuesta vencedora busca la integración de las zonas a las que esta nueva conexión pretende dar uso, de tal forma que el proyecto consiste en la unión no sólo de las zonas exteriores, sino también de la comunión entre el exterior y el interior. Para ello, se accede a través de una pendiente sutil que conecta tanto con la plaza exterior como con el interior de la estación, generando un camino que invita a la interacción. Además, el exterior cuenta con una pérgola que actúa como un primer elemento del conjunto. Desde el interior, ésta puede contemplarse a través de una claraboya, y las formas de la cubierta guardan relación directa con la forma de la envolvente del espacio interno.








viernes, 10 de octubre de 2014

EMPIRE STATE BUILDING


Semana de la arquitectura neoyorquina

EMPIRE STATE BUILDING | WILLIAM FREDERICK LAMB


Formado entre la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Columbia y l’École des Beaux-Arts de París, este arquitecto neoyorquino (1883-1952), inició su andadura en el mundo profesional en 1911 tras incorporarse al estudio Carrère & Hastings. El mismo, pasaría a llamarse Carrère & Hastings – Shreve & Lamb en 1920, y cinco años después, se quedaría en Shreve & Lamb. En 1929 adquirió ya su nombre definitivo, Shreve, Lamb & Harmon, equipo que recibiría el encargo del proyecto del Empire State.

Para su diseño, se tomaron referencias de edificios como el Reynolds Building en una localidad de Carolina del Norte, y el Carew Building, en Cincinnati. La construcción se desarrolló entre 1930 y 1931. Mide 443 metros (381 metros a nivel del piso 102 y 62 metros del pináculo) y, además de convertirse en el edificio más alto del mundo en el momento de la finalización de las obras, también lo fue en sobrepasar las 100 plantas.

Arquitectónicamente, su diseño se basa en la estética Art Déco, lo cual se aprecia observando tanto su envolvente, conformada por un panelado de piedra caliza procedente de Indiana, como el cuidado de los espacios interiores, en los que los detalles modernistas se dejan ver en vestíbulos y zonas comunes. Ha sido considerado por muchos como la octava maravilla de la humanidad.




jueves, 9 de octubre de 2014

WOOLWORTH BUILDING


Semana de la arquitectura neoyorquina

WOOLWORTH BUILDING | CASS GILBERT


Considerado como uno de los primeros arquitectos en posicionarse a favor de la construcción en altura, Cass Gilbert (1859-1934) fue un arquitecto estadounidense artífice de algunos de los que más tarde se convertirían en edificios icónicos para la nación estadounidense. Considerándose heredero de las tradiciones artísticas europeas, realizó diseños atendiendo a los cánones estéticos clásicos y humanistas.

El caso concreto del edificio Woolworth responde a un estilo arquitectónico influido por el neogótico, imperante también en aquellos momentos en Europa. Destacan una serie de pináculos y gárgolas, además de por las ventanas de determinadas plantas, las cuales están inspiradas en las ventanas de estilo aquillado. Asimismo, es apreciable toda una ornamentación característica de catedrales góticas, y en la que se representan elementos florales principalmente sobre molduras y calados.

Fue encargado por Frank Woolworth, un empresario norteamericano que buscaba levantar un edificio de referencia para su sociedad. La construcción alcanzó los 241 metros de altura, convirtiéndose en el edificio más alto del mundo cuando fue inaugurado en 1913, y así sería hasta abril de 1930, cuando se inauguró el edificio que actualmente se conoce como The Trump Building.




miércoles, 8 de octubre de 2014

CHRYSLER BUILDING


Semana de la arquitectura neoyorquina

CHRYSLER BUILDING | WILLIAM VAN ALEN


Nacido en la ciudad de Nueva York, William Van Alen (1883-1954) se formó en el Pratt Institut de Brooklyn y posteriormente comenzó trabajando para diferentes empresas. En 1908 fue galardonado con el premio Lloyd Warren Fellowship, lo que le llevó a estudiar a París con Victor Laloux, exponente de la Belle Époque y la mayor influencia de Van Alen desde entonces. A su regreso a su ciudad natal en 1911, trabajó en sociedad durante algunos años hasta iniciar su andadura en solitario.

En 1928 comenzó a construir la que sería su obra cumbre: el edificio Chrysler, encargado por William Chrysler, propietario de la compañía automovilística del mismo nombre. Las obras finalizaron en 1930, y la altura máxima alcanzada por el edificio fue de 319 metros, lo que le valió ser el rascacielos más alto del mundo, título que mantendría durante un año, hasta la finalización del Empire State Building.

Desde el punto de vista arquitectónico, se trata de una de las más imponentes obras del art decó. Tal vez el rasgo más reconocible sean las cuatro gárgolas apostilladas en cada una de las esquinas de la planta 61, seguidas de toda una estructura que acaba por convertirse en piramidal hasta la cumbre caracterizada por unos diseños inspirados en los tapacubos que lucían los coches diseñados por la compañía que había financiado la construcción. El vestíbulo es uno de los más interesantes del conjunto de edificios que pueblan Nueva York: una explosión de Art Déco visible tanto en las lámparas de araña, en los azulejos, o incluso en ornamentos fabricados en acero inoxidable. Por encima de todo ello, destaca una pintura que cubre una superficie de casi 1000 metros cuadrados en el techo. En las paredes, los murales representan escenas relacionadas con el transporte, la industria y la construcción, sectores en auge en los Estados Unidos en el momento de la construcción del Chrysler Building. El edificio fue remodelado entre 1978 y 1979, años en los que el vestíbulo fue revestido de granito, mármol y acero y la aguja de la coronación fue restaurada.